miércoles, 20 de febrero de 2013

Al Perderte Yo a Ti....

Una bella poesía de Ernesto Cardenal (Nicaragua, 1925), Sacerdote, Poeta, y  actual Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana!

Al perderte yo a ti...

Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:
yo porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amarán como te amaba yo.

viernes, 16 de marzo de 2012

EL FUTURO



El futuro se cimienta por los instantes del presente aquí y ahora, en realidad el futuro ya está aquí al alcance de nuestra mano. Todo lo que hacemos se refleja en el instante siguiente de forma sucesiva. El futuro no es un lejano objeto inerte al cual solo debemos mirar con curiosidad e intriga. El futuro lo construimos nosotros mismos en cada sorbo de vida, en cada respiración y en cada decisión. Por tanto la pregunta es, qué futuro queremos tener, y en consecuencia, empezar a construirlo en este mismo instante sin perder el tiempo pensando qué nos va a pasar mañana, pasado o ….Porque en realidad somos nosotros el sujeto activo de este  porvenir.
Lo importante para empezar es tener claro a lo que aspiramos. Si nuestra voluntad es conseguir algo, lo razonable es tener actitudes en la dirección de la misma y así construir nuestro presente y por ende nuestro instante posterior y así continuamente. Si por el contrario hacemos todo lo contrario a lo que aspiramos lo lógico es que no lleguemos  a conseguirlo nunca. Si queremos conquistar el Everest lo primero es empezar con acondicionar nuestro cuerpo para tal hazaña y posteriormente reunir los instrumentos necesarios para la escalada y por ultimo irnos ahí donde se encuentra nuestro objeto de deseo, pero no olvidemos que para tal acción desde el momento que tomamos la decisión tenemos que empezar a actuar, aquí y ahora para que este “lejano” futuro se convierta en, no solo cercano, sino plausible y tangible meta. Si en lugar de todos los preparativos necesarios empezamos con actuar en una dirección contraria que nuestro objeto de deseo exige, de seguro que nunca llegaremos a este destino añorado. Evidentemente llegaremos a un lugar en un horizonte de tiempo ulterior, puesto que el paso de los instantes de nuestra vida es ineludible, sin embargo, no será al lugar añorado. ¡Los sueños sí son realizables de esto no tengo la menor duda!

"..Salimos de mañana, el alma ardiente y sola, cargado el corazón de anhelos y pesares, y allá vamos, siguiendo el ritmo de la ola, meciendo lo infinito en lo  azul de  los mares…” Charles Baudelaire

lunes, 2 de mayo de 2011

EL PROFETA DEL ODIO

Hoy el mundo ha amanecido con la noticia de la eliminación física del profeta del odio, evidentemente hay muchos profetas del odio, no obstante, Osama Bin Laden, sin duda alguna se cristalizaba en su persona como el más celebre representante de ello. Una vez conseguido el objetivo de Estados Unidos, me parece que ha llegado el momento de perseguir con el mismo ahínco la eliminación del “odio” también, de lo contrario hay y habrá muchos otros profetas del odio e intolerancia que surgirán en lugar del desaparecido.

La pregunta que nos surge ahora es, ¿cómo se puede eliminar la idea que sustenta este odio? En este punto cada uno, supongo, que tendrá una idea al respecto. Yo personalmente creo que para conseguir este objetivo, en primer lugar tenemos que tener claro cuales son las causas que desembocan en esta idea. ¿Por qué un muchacho de 12 años o un hombre de 30 o una mujer joven se prestan en asesinar a otros seres matándose al mismo tiempo? Sin duda alguna la injusticia, la pobreza y años de dictaduras y humillaciones en las sociedades de muchos países del mundo son el mejor caldo de cultivo para que surjan este tipo de ideologías. Y para empeorar aun más el resultado, la utilización de la religión como el instrumento de canalizar este odio, objetivo conseguido perfectamente por grupos como Al Qaeda, los Talibanes, Yihadistas y un número amplio de grupos que aprovechan las penurias de las personas para ofrecerles una amalgama de ideas cuyo fundamento lo atribuyen a dios.

Nuestra meta ahora debe ser la creación de un mundo con un sistema de distribución de la riqueza más justo, para que todos los pueblos del planeta puedan tener las mismas oportunidades a su alcance. Para que la pobreza y el hambre dejen de ser los problemas endémicos y eternos de este mundo en el cual una minoría tiene más riqueza que el 80 por ciento del resto. Sin solucionar estos graves problemas siempre nos encontraremos con un profeta del odio, se llame Bin Laden o cualquier otro. En realidad el problema no son las personas, puesto que siempre habrá otra que llena el vacío dejado por el desaparecido, sino la idea misma que subyace en el fondo de su mensaje.

En segundo lugar es la educación de las generaciones venideras en la cultura de la convivencia armoniosa, cuyo pilar fundamental no es otra que la Tolerancia. La tolerancia es el respeto al que no es como nosotros, a su libertad de tener opiniones distintas, de ser diferente en su aspecto físico, de su forma de pensar, en resumen aceptar que el de al lado no siempre esta 100 por cien equivocado y nosotros siempre a disposición de la verdad absoluta. Una vez que podamos inculcar esas ideas en lugar del odio e intolerancia, sin duda alguna, hemos recorrido un trozo enorme del camino.

Quisiera aclarar un punto que a mi me parece importante, siempre hemos oído la frase que se repite sin cesar, “respeto a la opinión del otro”, yo la verdad no creo en esta frase, yo sin lugar a dudas no respeto una opinión basada en la ideología Nazi o la misma idea que representaba Bin Laden. Yo creo en el respeto a la libertad de cada cual para pensar de forma distinta, sin embrago, no la misma opinión que puede ser totalmente destructiva e intolerante.

Para terminar creo que cada uno de nosotros tenemos que empezar este cambio por nosotros mismos, y recuerdo la frase del gran Gandhi; “debes ser el cambio que quieres ver en el mundo”.

martes, 9 de febrero de 2010

LA NADA


Sentado en una roca al borde de las arenas blancas de la playa miraba los primeros rayos de luz que se asomaban en el horizonte por encima de las aguas cuyas tonalidades le inferían unas formas extrañas y misteriosas en donde el mar y el cielo parecían uno. Parecían ángeles que se sobrevolaban en la lejanía las aguas de color turquesa, cuyos vuelos les manchaban de sombras brillantes y ondulantes las olas que venían hacía la playa cual un ejercito en bravío.


Estaba disfrutando del cuadro que se divisaba ahí lejos pensando al mismo tiempo de lo vacío que se sentía. Sentía que la vida en general era precisamente lo contrario de lo que estaba viendo, algo de color gris y ocre sin colorido. Sus pensamientos volaban dentro de su memoria buscando con ahínco algo agradable y dulce, y no solo eso, sino algo con sentido cuyo significado pudiese dar valor a su vida. Pensó; llevo muchos años trabajando y tengo una vida relativamente cómoda, pero ¿Por qué razón no me siento satisfecho de la vida que tengo, y de las cosas que he conseguido? Se dio cuenta de que sus pensamientos acerca de la felicidad o alegría se limitaban en torno a circunstancias materiales, condiciones que mas bien trataban de la comodidad en términos de, cuanto dinero tienes y te diré cuan confortable vives!!!! Donde él sentía el vacío era en el alma, en su ser profundo, sentía que su ser no encajaba con el mundo en donde vivía, buscaba algo mas, algo con el cual poder minimizar la angustia que soportaba en su alma.


Seguía buscando las respuestas en los libros, cuando compraba un nuevo libro los latidos de su corazón se aceleraban de entusiasmo, y con nervios a flor de piel empezaba a leerlo con la esperanza de que fuese, EL LIBRO, cuyas palabras contenían las respuestas a sus preguntas y dudas.......Pero no encontraba este anhelado Libro, aunque en muchos libros encontraba la respuesta a muchas preguntas y eso hacía que siguiera buscando más y más y leyendo cada vez con más voracidad para poder encontrar más certezas en torno a las preguntas existenciales.

Unas gotas de agua despedidas por el choque de una ola que llegó con más fuerza que las otras a la orilla le golpearon la cara y de golpe le sacaron de sus pensamientos.


Se fijó en las olas, no una tras otra, sino como un ente unido hasta donde sus ojos podían rastrear las, ahora procuraba mirar con atención en cada movimiento de la totalidad de lo que el agua hacía, subía en un punto en forma de una montaña y empezaba a dirigirse a la orilla sin que nada pudiese poner resistencia a su fuerza, se daba cuenta del secreto de la fuerza del agua, este consistía en que el agua en su recorrido llenaba y rodeaba absolutamente todo obstáculo y al mismo tiempo era tan flexible que se adaptaba a las forma de estos. Si había alguna roca osando impedir su recorrido le sumergía o pasaba por los lados, incluso podía esperar con paciencia hasta pasar por encima de ella. Pensó: El secreto está en la flexibilidad, en ser paciente, no ser rígido. La flexibilidad significa estar abierto a todas las ideas, porque existe la posibilidad de que otras ideas también estuvieran en la senda de la luz, porque existen tantos caminos como hombres hay en el mundo, solo que distinto y a veces distante de lo nuestro, y no por este motivo falso. La flexibilidad es sinónimo de la tolerancia, y esta es un rasgo fundamental en la búsqueda de lo sublime, sin la cual es imposible conquistar la cima de la sabiduría. No obstante, existe otro elemento fundamental e imprescindible en todas las ideas que se precien de ser un camino hacia lo sublime, y ese no es otro que el amor. No existe ningún camino ni ninguna idea o filosofía que nos pueda conducir hacia la luz sin que estuviera regado por estos elementos. La clave, se dijo a sus adentros, está en ser como el agua, flexible y paciente, como el aire, que abarca todo y entra en cualquier espacio vacío para no dejar resquicio sin su presencia y todo esto basado en el amor, cuya fuerza cada día debe de servirnos en la batalla de nuestra vida contra el sufrimiento causado de la separación de nuestra esencia verdadera.

Nos parecemos a las gotas del agua esparcidas un momento antes en la cara de él, anhelando volver al océano que les trajo para no extinguirse sin remedio en la orilla, alejadas de su lugar verdadero y de su esencia verdadera, el océano. Nosotros igual que esas gotas necesitamos volver y unirnos al océano del cual nos separamos. Sin embargo, el primer paso para conseguir tamaño empresa es ser consciente de nuestra separación, porque en realidad este primer paso es lo mas dificultoso, y en verdad lo mas importante del camino de regreso, puesto que sin tener la conciencia del hecho de ser gotas de un infinito océano, momentáneamente separadas, nunca emprenderíamos la senda del retorno. Nacemos y vivimos en un mundo oscurecido por las nubes de la ignorancia, donde unos pocos consiguen disipar las para que algunos rayos de la sabiduría se abran camino hacia nosotros y así encender la chispa de nuestro ser verdadero, cuya encendida nos sumerge en un mundo de inquietudes y preguntas respecto a nuestra existencia como seres. Ese es precisamente el punto de partida de nuestro recorrido en el mundo “real”, es el comienzo de la verdadera vida para llegar a la plenitud del ser. El intento de hallar respuestas a esas preguntas e inquietudes es precisamente el comienzo de correr la cortina de la ignorancia. O en otras palabras en poder llegar a ser uno con el todo.

Recordó el cuento del sauce, que en una tormenta terrible sobrevivió porque se dobló hasta que la tormenta pasó de largo, sin embargo, el orgulloso roble se quedó de pie ufano para demostrar que nadie podía doblarle, pero, cedió al final y quedó vencido y roto.


La clave consistía en ser flexible, paciente y al mismo tiempo poder llenar todos los vacíos del alma, a manera del agua y así mismo del viento. Estos dos elementos cuando entran en un sitio, lo abarcan todo, lo llenan por completo y no dejan nada sin su presencia.


La flexibilidad es la tolerancia, es la paciencia, los rasgos inequívocos de los que buscan y no desfallecen en el camino. Así como la humildad, otra cualidad que le enseñó el agua. Porque para convertirse en un gran océano el agua baja de las alturas y desemboca finalmente en el gran océano a nivel mas bajo, lo sublime se encuentra precisamente ahí, exactamente en el nivel más humilde. El camino es una ruta lleno de constantes obstáculos e impedimentos, no obstante, cada vez que se aflojaran sus fuerzas, o sintiese agotado porque no llega la luz al final del túnel, se prometió, ir a contemplar el mar para así obtener renovados ánimos para continuar la senda.


Volvió a adentrarse en sí mismo y recordó la época cuando cada libro se convertía en una aventura nueva en su búsqueda de respuestas, no obstante, sabía perfectamente que la llave de los misterios sin resolver no estaba en uno sino en todos los libros, todas las ideas.... solo tenia que elegir la que le podía hacer mejor persona y acercarle más a ser como el viento para poder surcar los cielos y disipar las nubes para que se quiten de su camino en busca del sol cuya luz brillante y calida anhelaba para sí cual linterna en los momentos que la oscuridad desplegaba la ceguera y rigidez en el camino. Él sabía que este camino no era ni fácil ni confortable, sin embargo, quería ganar esta guerra y para eso tenia a la sabiduría, paciencia, flexibilidad, bondad, tolerancia, humildad y por encima de todo el amor como sus armas.

Miró a su derecha a unos metros donde el mar se adentraba en la tierra convertido en un río caudaloso, aunque este día carecía de un caudal del agua importante, ya que la crecida vendría en cuanto el tiempo por medio de sus vientos le empujaba al mar fuera de su calma habitual en el pueblo donde vivía.


Pensó, sería interesante caminar a lo largo del río para llegar a las fuentes en donde nacía este, porque el punto donde nace el río es el punto donde el agua es más cristalina, más limpia y la más pura, puesto que todavía no ha tenido contacto con los obstáculos del camino ni se ha contaminado de nada. Es precisamente el lugar donde se tiene que beber de esta agua y llevar la pureza consigo mismo.

Le surgió otra idea que podría acercarle todavía más a su meta, la iluminación. Viajar, a todos los rincones del mundo en busca de las respuestas, quien sabe, es posible que en algún lugar olvidado del mundo pudiese encontrar al maestro que le podía guiar a la cima de la montaña de la sabiduría y conocimiento. Aunque recordó a un sabio Taoísta que muchos siglos antes había sentenciado, “sin salir de mi casa he recorrido el mundo entero”.

Ilustración por: A.K

miércoles, 7 de octubre de 2009

EL LABERINTO


¿Qué hago yo aquí? Se preguntó nada más ver su silueta en el espejo.... Era una mañana fría de invierno en un rincón nevado de un país lejano que hasta encontrarlo en el mapa se antojaba una tarea difícil. Hacia seis meses que había llegado a este lugar, al principio lo tomó como una aventura, pero en medida que el tiempo pasaba él se daba cuenta de la verdadera situación del lugar donde estaba viviendo, su arrepentimiento no tenía consolación posible. La ciudad estaba rodeada de montañas y la única vía de acceso era una carretera que a duras penas se quedaba abierta con las primeras nevadas del invierno. Ya una vez que el invierno se mostraba con más fuerza, la ciudad se quedaba bloqueada y la forma de contactar con el mundo exterior se limitaba a los teléfonos móviles, si funcionaban correctamente, o por medio de Internet, claro, la mayoría de las veces estaba sin conexión. A él en realidad no le importaban mucho las relaciones sociales, ni mucho menos en donde se encontraba, puesto que no conocía a nadie. Sin embargo, sí le importaban las actividades culturales, bibliotecas, cines.... Y desgraciadamente no encontraba nada por el estilo en este sitio. No obstante, existía una cosa que era positiva en todo este brumoso panorama, y era que al no tener nada para divertirse, pues acudía con mucha más frecuencia a leer sus libros. Gracias a dios se trajo sus libros consigo, de lo contrario no sabía que hubiera hecho, tirarse a un río, pensó!!!! Se lavó los dientes y se duchó, ya antes había dejado la tetera con agua sobre la lumbre para preparar el té. Cuando se sentó en la mesa del desayuno, echó un vistazo sobre las noticias del mundo y vio que no había realmente nada especial, parecían las noticias del día anterior.
Recordó que ayer le había ocurrido exactamente igual, se lavó los dientes, se duchó y cuando se sentó para tomar el desayuno, se dio cuenta que le estaba ocurriendo exactamente lo mismo con los mismos detalles de ayer, y antes de ayer.., se sobresaltó y se fue a ver qué fecha era. Era un martes 6 de octubre, todavía más desconcertado, se fue de nuevo a la mesa del desayuno para ver la fecha del periódico, y era lo mismo, martes 6 de octubre. No podía dar crédito a lo que veía, es que él cuando vino a esta ciudad unos seis meses atrás, o así creía él hasta entonces, también era un martes 6 de octubre. No sabía lo que le estaba ocurriendo y esto aumentaba su nerviosismo, intentaba pensar, pero no conseguía calmar su mente, azotado por un tsunami con enormes olas que le golpeaban su cerebro y le estaban volviendo loco. Se sentó y procuró concentrarse para poder serenar un poco sus ánimos y así poder pensar con claridad qué diablos le estaba pasando. Empezó a hacer memoria, no recordaba más allá de su traslado a esta ciudad, que raro, pensó. Por qué no podía recordar donde había vivido anteriormente y qué era lo que hacía antes de venir a este sitio. ¿Se estaba volviendo paranoico? Se preguntó. No recordaba nada, anterior a su venida a este sitio. Se fue con los nervios a punto de estallar a buscar algunas fotos o álbumes para ver fotos antiguas y poder recordar algo de su pasado. Empezó a tirar todo lo que encontraba en el armario y al final, con la habitación llena de todo tipo de artilugios sacados del armario encontró un álbum. Con las manos temblorosas como si padeciera la enfermedad de Parkinson, empezó a hojear el álbum, la primera foto era una que estaba sentado en su escritorio de su casa de aquí, hojeó otra pagina y encontró dos fotos más, una en el dormitorio y otra en el salón, parecía que las fotos estaban hechas con la cámara en el modo automático. Su desconcierto aumentó de forma exponencial y tuvo que sentarse en el suelo de la habitación sin saber lo que hacer o pensar, estaba totalmente bloqueado. Qué le estaba pasando, qué es todo esto, por qué no recordaba nada, por qué no encontraba ninguna evidencia de su paso por ningún otro lugar que no fuese el sitio donde estaba. No recordaba ya nada de su infancia, ni nada posteriormente hasta la fecha de su venida a este maldito sitio el 6 de octubre que misteriosamente era la fecha de hoy mismo!!! ¿Como se explica todo esto? Empezó a calmarse un poco, y procuró pensar respecto de las cosas que él creía obvias, antes de descubrir que no tenia más que un día de existencia!
Pero qué me ha pasado, ¿Acaso yo no formo parte del mundo cuya existencia estoy seguro de haber presenciado de forma tangible?
¿De todos modos qué es el mundo, y qué es lo que le hace tangible? Pues creo que el hecho de darme cuenta de mi existencia es una prueba de la realidad del mundo exterior, aunque la verdad podría tratarse de una ilusión. Parece que todo lo que pienso y moldeo en mi mente se hace realidad como una verdad externa, que en realidad no es una verdad externa, sino una creación interna de mi mente, que raro me hace pensar en todo esto, pero ¿Qué otra cosa podría ser? Si no puedo alcanzar a ver más allá del día de hoy! Y ¿Como he llegado aquí? ¿Es que he caído directamente desde el cielo en este sitio? ¿Qué es la vida? La vida ahora para mi no es más que cada instante que estoy consciente de vivir con todos mis sentidos, para mi no existe un pasado ni de momento se asoma un atisbo de la existencia de un futuro, solo existe aquí y ahora. Más calmado, pensó, " tengo que aprovechar cada instante que me siento vivo, es posible que todo esto también fuese un sueño donde el despertar no fuese mas que la aniquilación incluso del mismo sueño.... Y Con ella mi no-existencia como ser. Eso quiere decir que en realidad ni siquiera existo, que terrible. ¿Entonces qué soy yo? ¿Solo un espectro que surge en los sueños imposibles? No sé, pero el caso es que de momento me siento vivo, con inquietudes, preocupaciones y un sentimiento de terror, porque en realidad lo que me inquieta es la misma existencia de mi ser. ¿De done he venido? Pensó a sus adentros, y no halló una respuesta, pero se dijo, bueno eso qué más da, lo importante es que de momento estoy aquí, y recordó una frase de Nietzsche, solo que no recordaba cuando había leído un libro de Nietzsche ni porque recordaba este nombre.... Sin embargo, recordaba con claridad la frase que decía: "Si me dices donde estabas antes de nacer te diré donde te irás después de morir". Algo más calmado intentó ordenar sus pensamientos, aunque la tarea se antojaba muy difícil con todo lo que le estaba ocurriendo esta mañana.
Empezó con la búsqueda en su mente de ideas, opiniones y pensamientos, de esta forma quería averiguar qué era lo que realmente creía él mismo sobre el mundo y la vida, para después poder descubrir el misterio que le rodeaba.
Primer punto a resolver era, ¿Quien o qué era él? ¿Acaso era un ser corriente o pertenecía a otro plano de la existencia?
De repente vino a su mente una frase que intentaba averiguar de donde le venia a la mente, o donde lo había leído: “El hombre empieza a existir, se encuentra, surge en el mundo, y después se define"(1). Entonces en mi caso, pensó, yo he empezado a existir y estoy intentando a encontrarme el sitio en este mundo para posteriormente surgir como un ser con el objetivo de definirme como algo tangible llamado humano. La pregunta clave seguía rondando su mente todavía, cómo era que antes de todo esto no tenia ningún recuerdo de lo que había sido anteriormente, ¿Cuál había sido su estado hasta ahora?
Por mucho que estrujaba su mente no encontraba nada que le acercara con claridad a una respuesta convincente. “El hombre no es otra cosa que lo que él se hace.”(2). Otra frase que le vino a la mente, no obstante, no encontraba la fuente de esas frases y sentencias, por mucho que exprimía su cerebro, solo que estaban ahí y nada más. En medio de la búsqueda mental que había empezado para la resolución del misterio que le tenía atrapado, se le ocurrió una idea que hasta el momento no le había parecido, o mejor dicho ni había pensado adecuado para tal fin. Evidentemente la idea era mucho más trivial y vulgar que lo que venia ocupando con antelación su mente y pensamientos. La idea era ir a abrir la puerta de la casa y salir a la calle para buscar a alguien y preguntarle donde estaban o qué fecha era.
Se fue hacia la puerta y se dio cuenta, que la puerta carecía de pomo para agarrar y abrirla. Entonces vio la ventana que estaba situada justo al lado de un cuadro donde se veía a un hombre medio desnudo intentando sacar o, quizá, llevar, a un bote al agua, con la niebla asomando desde la lejanía. Miró con más detenimiento el cuadro y se dio cuenta con asombro que el hombre del cuadro extrañamente se parecía a él mismo. Pensó, no será que soy solo un dibujo pintado por la mano de un pintor casualmente, y cuando el autor decidiera, me borraría!! Reflexionó un poco, y se dijo; soy como este hombre del cuadro, no tengo ni edad, ni pasado, ni futuro, solo estoy aquí y ahora sin más. Llegó a la ventana, sin embargo, detrás del cristal solo había nieve, hasta donde podía mirar solo había nieve y la presión de la misma impedía abrir la ventana.
Volvió a sentarse en el suelo de la habitación, y pensó: “¿Qué es el universo? Es eterno, es finito, o no es eterno y sí, es infinito. ¿El alma es la misma cosa que el cuerpo, o el alma es una cosa y el cuerpo otra? ¿Existe un pintor supremo? Estas cuestiones le estaban torturando de una forma terrible, máxime, teniendo en cuenta su estado de no-ser o no-existencia, o como se debería de definir a alguien que no tiene ni pasado y solo existe en un presente continuo donde todas las cosas parecen repetir con insistencia, o quizá, no haya repetición alguna, y es que solo existe en una sucesión de continuos “ahoras” y nada mas! Él pensó, Necesito saber la respuesta de las preguntas planteadas anteriormente, si encuentro las respuestas, seguramente existiré como un ser, porque la respuesta a esas cuestiones también me indicará, ¿Si realmente existe un creador o no? Y si puedo demostrar la existencia de un creador, entonces no tendré ninguna inquietud, porque sé que entonces mi existencia no es un mero sueño.
Su mente no dejaba ni un instante de moverse cual un océano en movimiento, pero como le había ocurrido anteriormente, cada vez que le surgía una pregunta, se le llegaba la respuesta. Se dijo: Esto es una locura, parece que soy el depositario de las respuestas de todas las preguntas que se me ocurren, ¿Qué soy yo? ¿Un mago o un brujo, y lo ignoro? De todos modos no reparó mucho en esto y directamente empezó a escribir en un cuaderno de notas, que estaba tirado en un rincón de la habitación. “Si un hombre ha sido herido con una flecha envenenada, y llevado al medico para extraerle la flecha que le esta dañando, dijera; no permitiré que me extraigan esta flecha hasta que yo sepa quién la disparó, cual es el nombre de la persona que la disparó, cual es el nombre de su familia, si es alto, bajo o de estatura mediana, cual es el color de su tez, de qué ciudad es originario. No permitiré que se extraiga esta flecha hasta que yo sepa con qué clase de arco fue disparada, qué clase de cuerda de arco se empleó, qué tipo de flecha, qué clase de pluma se utilizó, y de qué material era la punta de la flecha. ¿Cómo terminaría esto? Evidentemente este hombre moriría sin saber todas estas cosas(3). Así pues, se dio cuenta, que lo importante en este mismo instante no es realmente lo que pasó anteriormente, cosa que ni siquiera recordaba, o lo que iba a ocurrir posteriormente, puesto que el futuro no estaba dibujado todavía, o por lo menos para él era un absoluto incógnito, por tanto, pensó: tengo que vivir intensamente cada instante presente como si nunca existiese un futuro y así seguramente mi ser se definiría como lo que es. Y otra vez le surgió en su mente, que él era parte inalienable de todo el universo, que era transparente cual un cristal donde todo se ve, no importa si es una pregunta o una respuesta. Él ya se sentía en calma total, porque era el universo entero, no era un mero individuo, sino el todo, era la existencia misma. Dejó de sufrir y se sintió dios.
Calmado por completo, sintió que tenia mucho sueño, se levantó y se fue al dormitorio, se tumbó en la cama y se convirtió en hombre.

(1)- Jean Paul Sartre
(2)- Jean Paul Sartre
(3)- Buda

Ilustración: A.K

sábado, 20 de junio de 2009

ELLA


Agazapada por debajo de la ventana con la oscuridad más absoluta, trataba de ver la silueta del chico. Esta noche ni siquiera la luna se había atrevido en asomar.
La oscuridad caía sobre la ciudad, cual una manta pesada cuyo espesor ocultaba todo.
Aquella noche, como todas las noches desde hace tres años, era la testigo muda de la gente que vivía en esta ciudad azotada por una absurda guerra cuyo temor en convertirse un blanco demasiado fácil desde el cielo, obligaba a sumir la ciudad entera en una oscuridad fantasmal.
Las radios presagiaban una noche de ataques salvajes, y quien más quien menos estaba con los nervios a flor de la piel.
Ella lo intentó una vez más, se asomó la cabeza por encima de la repisa de la ventana en la calle y fijó su mirada en la silueta de su amor. Ella, pensó, esta noche seguro que se acerca ya el fin, y su corazón lleno de ternura, no podía soportar irse sin verle una ultima vez. Por fin consiguió su propósito y quedó satisfecha, y se dijo para sus adentros: Ahora sí puedo morir en paz.
No era más que una chica joven, y desde que recordaba había sido una niña introvertida y reservada, no obstante, era profundamente sensible y observadora.
Ella era depositaria de un don especial para las artes, quizá de ahí venia su inmensa sensibilidad que la convertía en una persona cuyas obras de pintura asemejaban una senda hacia las almas mas agitadas del mundo y evidentemente la primera de todas la de ella misma.
Se levantó y procuró mirar a través de la oscuridad en busca del camino de regreso a su casa para poder morir junto a su familia. En el camino de vuelta vio, por última vez, pensó, sus queridas montañas parecidas a las sombras de gigantes que aguardaban impasibles desde las alturas, levantadas al norte de donde estaba su casa. Recordó con una mezcla de nostalgia y tristeza las veces que había recorrido aquellas sagradas montañas, donde según los cuentos antiguos tenia su casa el ave fénix, así como, en su memoria pasaron por delante de sus ojos las veces que había estado en las montañas para practicar su deporte favorito.
Por fin todo estaba en su sitio. Pensó. Había podido ver a su amado, aunque, él jamás supo de ese acto heroico realizado por aquella joven en la noche del fin del mundo.
Al llegar a la puerta de su casa una insoportable ansiedad empezó a oprimirle su pequeño gran corazón. ¿De verdad todos nos vamos a morir esta noche?, pensó. Sus pensamientos volaban envueltos de temor y se asemejaban pequeñas pero numerosas balas que le golpeaban su alma. Sumergida en si misma no se dio cuenta que su madre la aguardaba inquieta en la puerta de la casa. La miró y le abrazó con todo el cariño del mundo y así la joven pudo calmarse, los brazos de su madre eran el único refugio capaz de sosegar su agitada alma.
Sentada en el salón de su casa estaba sucumbida ante la dulzura indescriptible del sonido del piano, que gemía a manos de su hijo tocando su pieza favorita, “promesa”, y la trasladaba al mundo de la fantasía. Recorría los recuerdos de su juventud en compaña del dulce sonido.
Recordó aquella fría noche de años atrás, cuando pensó, que el mundo llegaba a su fin. Ahora a miles de kilómetros de distancia al otro lado del mundo, escudriñaba su memoria en busca de algo que pudiese calmar las heridas que llevaba en su ser, sin embargo, por mucho que intentaba, solo encontraba sueños en donde cuanto mas perseguía a algo, mas lejos se encontraba de ello.
La frustración le embargó todo su ser. No sabía si el hecho de no permitir que los demás supieran de sus sentimientos había sido la causa de tantas aflicciones padecidas a lo largo de su vida, o, en cambio, la causa había sido todo lo contrario, mostrar todas las pasiones que yacían en su gran corazón. A caso no había hecho todo por aquel por cuyo amor incluso llegó a desafiar el miedo en una oscura noche de hace tantos años solo con tal de verle por ultima vez. Entonces, por qué, ¿no fue correspondida en la misma medida? ¿Es que ella no merecía algo mejor?, ¿No había hecho actos valientes para demostrar su amor? ¿Es que solo valen las palabras para demostrar el afecto? Y ¿Si las palabras no son más que una niebla fina que se despeja con una brisa?
Su hijo seguía con “promesa”, ella parecía como un mar en calma visto desde la orilla, sin embargo, agitado por un profundo alboroto bajo la superficie.
Era una eterna enamorada, solo que todavía no había encontrado la caja adecuada para depositar tanto amor en ella. Quería creer que nunca es tarde, y algún día llegará.
Poseía demasiado amor alojado en su pequeño cuerpo.
Seguía sumergida en un dulce sueño, donde divisaba la silueta de aquel a quien toda la vida aguardaba. La música se paró y le sacó bruscamente de su mundo de fantasía. Tenia una lágrima resbalando por su mejilla, sin embargo, se alegró de volver en si, porque ya no quería solo soñar. Ahora quería que todo lo soñado se convirtiera en realidad, se daba cuenta de que ahora sí podía ser real.
Ilustración por: A.K

lunes, 8 de junio de 2009

SUEÑOS


Para su alma inquieta la vida “normal” era demasiado monótona como para satisfacer su ansia de conocer más y más, daba igual si se trataba de nuevos libros, países, personas o formas de vivir. Para él, lo insoportable era que no haya una nueva aventura a la vuelta de la esquina. Hasta donde su recuerdo podía alcanzar, veía a una persona inquieta que nada le satisfacía, si se convertía en una pauta monótona en su vida. Él necesitaba de sobresaltos y novedades de forma constante. Esta faceta suya siempre le daba miedo y le inquietaba, con frecuencia cuando era mucho más joven, pensaba que era algo inherente a la juventud que atesoraba, y el paso del tiempo lo curaría. Sin embargo, ya habían pasado dos décadas de aquellos tiempos y él seguía siendo exactamente igual.
Daba la sensación que vivía permanentemente en un sueño donde no existía una coherencia de los sucesos y eso le encantaba.

No podía ver nada, ni siquiera un paso por delante. La niebla era tan espesa que necesitaba ir paso a paso y con mucha atención por donde pisaba. La nieve caída la noche anterior transformaba el terreno en muy resbaladizo y con mucha más dificultad que lo habitual para poder caminar. Aunque el hecho de no saber qué le esperaba en el paso siguiente, convertía la situación de una manera sorprendente muy atractiva para su espíritu aventurero.
Al pasar por un terreno arenoso y blando, pensó que ya se acercaba a la playa, sin embargo, con el siguiente paso tuvo un sobresalto mayúsculo. Cuando estaba asegurando el terreno donde pisaba, de repente se vio al borde de un precipicio a punto de caer desde una altura considerable. No pudo agarrarse a nada que estuviese a mano y resbaló, e inexorablemente, con el terror invadiéndole toda el alma se precipitó hacia el mar que se divisaba con dificultad debajo de sus pies. Él no se había dado cuenta, pero erró el camino desde donde se bifurcaba en la falda de la colina, y en lugar de ir hacia el oeste que era la vía correcta hacia la playa, se había ido directamente hacia la roca.
Él recordó que siempre le habían fascinado tres cosas; el mar, la niebla y la nieve. Y esa noche los tres elementos se habían dado cita para su goce y quería aprovechar estar en la playa observando y meditando al mismo tiempo.
Que ironía, la niebla había sido la causa de su error al elegir equivocadamente el camino y la nieve era el motivo de su resbalar y posterior caída por el precipicio y el mar era lo que le esperaba impasible debajo de sus pies. Por debajo de él se oían las olas que luchaban por abrir paso a través de las rocas que les resistían, aunque se podía ver las cicatrices de centenares de años de lucha sin cesar en el cuerpo de las piedras que se antojaban los peones defensivas de la primera línea de la tierra seca.
Sintió el aire húmedo en su cara, y se acordó de la ocasión que había estado en la playa en una noche parecida, soñando. Parecía que siempre vivía en los sueños, daba la sensación de que no tenía una conexión tangible con la realidad, es que la vida que los demás consideraban “real”, para él no tenia ningún aliciente ni significado. Siempre se había preguntado, ¿de qué estaban hechos los sueños? Para él la respuesta en parte consistía en que, los sueños están hechos de las ilusiones y anhelos de las personas, sin embargo, la mayoría de las personas se habían olvidado en perseguirlos con todas sus fuerzas ni mucho menos de vivirlos. Porque se conformaban con lo que tenían, poco o mucho, daba igual, habían perdido la cualidad de ser curiosos y ambiciosos al mismo tiempo. Estas cualidades fundamentalmente se destacan en los niños, porque los niños no tienen en consideración las consecuencias de sus actos, por lo que son mas valientes en las metas que se proponen en conseguir.
Él estaba consciente que seguía siendo el niño que fue y no había perdido el alma infantil, de ahí su ceguera a la hora de emprender cualquier aventura que le parecía atrayente para su espirito libre.
Nunca permitió que le limitaran en sus pensamientos ni en sus sensaciones, tenia la costumbre de expresarlos con vehemencia, y franqueza, no sabía ser contenido. No sabía ser hipócrita, y a veces todo eso jugaba en su contra. Porque en la vida real las personas no son lo que parecen sino son exactamente lo que no parecen.
En su caída libre hacia el mar, seguía con sus pensamientos, se decía, qué es la vida sino constantes bifurcaciones que exigían una elección. No sabía si a lo largo de su vida había acertado más veces que errado, ante tales elecciones. ¿Pero quien podría saberlo? Acaso alguien sería capaz de adivinar si hubiera optado por el otro camino habría tenido una vida mejor de lo que tenia. Lo que sí sabía era, que uno debería vivir conforme sus sueños, intensamente. En este caso, estaba convencido que acertaría en la elección. Él siempre trató de vivir de acuerdo con esta idea. Por este motivo ni siquiera se había casado ni por supuesto tenia descendencia, porque creía que cualquier tipo de lazo que le podía atar a un compromiso, le restaba libertad para vivir en sus sueños.
Ahora pensaba, ¿en realidad se había equivocado al elegir el camino de la roca? Llegado a este punto ya no tenía una respuesta clara al respecto.
En su memoria empezaron a asomar la figura de aquellos que ya no caminaban con él en este mundo real desde hacia tiempo. Les echaba de menos con todo su corazón, sin embargo, no había dejado de vivir con ellos ni un instante en sus pensamientos, así como, aquellos que sí estaban pero no tan cerca como a él le hubiera gustado.
Él vivía en el mundo de los sueños, un mundo conectado con la eternidad, que carecía de un final. Los sueños, los pensamientos y el amor, pensaba, estaban hechos de la misma sustancia, por lo que, esos seres que estaban tan alejado de él, en realidad estaban tan cerca que nada en este mundo podría distanciarles. Porque estaban en sus pensamientos viviendo a través de sus sueños envueltos de un profundo e intenso amor.
¿Qué es el amor? Pensó; la necesidad, el anhelo y la unión. La unión del yo, y eso, precisamente era la razón de sufrir y alegrarse al mismo tiempo, cuando su seres amados lo experimentaban. Sí, la unión era la respuesta.
Toda esta sensación llamado amor que brotaba desde el fondo del alma era uno y nada más que uno, daba igual como se manifestara, hacia un amigo, una madre, una novia…. A fin de cuentas el amor en esencia era el mismo sentimiento en todas sus formas, solo que se expresaba en lenguajes distintos, y se escribía con diferentes alfabetos. Así pues, pensó; Es posible que la elección del camino de esta noche fuera un acierto, ya que, él siempre supo que no pertenecía a este mundo. Un mundo de hipocresía y falsedades donde parecía que las personas actuaban en lugar de vivir, se contenían en lugar de dejar que fluya con libertad sus sentimientos.

Miró hacia abajo, quedaba poco para que su cuerpo llegara al mar, de repente empezó a gritar: No me despertéis, dejad que siga soñando, no me despertéis, dejad que mis sueños sigan envolviéndome para siempre jamás.




Ilustración por: A.K